A principios de los años 40 se funda la empresa Ponce Candy Industries en la ciudad de Ponce, Puerto Rico. Su director, D. Juan Eugenio Mayoral Renovales, aprovechaba la producción de azúcar extraída de la caña en la central azucarera de La Mercedita. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, La Mercedita vio caer sus ventas de azúcar refinada en su mercado principal: los Estados Unidos debido al racionamiento. La Mercedita se adaptó a esta nueva situación adquiriendo maquinaria para fabricar fondant (materia prima para pastelerías) que no estaba sometido a las restricciones de consumo americanas y cuya demanda aumentó.
Al terminar la guerra se recuperó la venta de azúcar y las cocinas de fondant se adaptaron para fabricar caramelos. De esta forma nació Ponce Candy. Accionistas de Ponce Candy también fundaron la fábrica de caramelos Fiesta C.A. en Venezuela en 1946.
Nació en España y ha estado presente en la industria de la confitería durante más de 60 años. Su éxito se basa en su constante evolución y en la fidelidad a sus principios: ofrecer productos sabrosos, de calidad y con un toque divertido. A lo largo de las décadas, la marca ha mantenido su reputación, siempre adaptándose a los gustos y necesidades de los consumidores, pero sin perder su identidad.
Muy conocida en España, también tiene presencia en varios mercados internacionales, llevando su sabor único a países de Europa, América Latina y otras partes del mundo. Su capacidad para adaptar sus productos a los gustos y necesidades de los diferentes mercados ha sido un factor clave en su expansión global.
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